Capítulo 4 - El olor de la magia
Caminó hasta mí con su característico paso altivo. Su rostro inmutable. La punta de su varita tocó la tela que cubría mi boca. -Y ahora… Si te portas bien, te quitaré esto, asquerosa sangre sucia -susurró posicionándose peligrosamente cerca de mi cara. Su aliento helado me acarició. Lo miré tan agresivamente como pude, pero no hice gesto alguno con la cabeza. Él retiró la tela con ayuda de su magia. Ni por esas se permitiría que su suave, fina y perfecta piel pura siquiera me rozara. Lanzó la tela hacia un rincón y dio unos pasos hacia atrás, como si mi mera cercanía lo incomodara. Su nariz se hallaba arrugada. ¿Le olía mal? ¿Mi sangre era tan potente como para provocarle eso? ¿Olía la inmundicia a muggle? Como respuesta, mi sangre hirvió. La sentí correr alterada, provocando asimismo que mi respiración sonara más fuerte. -¿De qué quieres hablar, Malfoy? -mascullé. Él me examinó largamente, recorriendo cada parte de mi anatomía con sus ojos, aquellos ojos fr